lunes, 22 de octubre de 2012

Todo perdura.

   "Por el placer que le dio esa mujer, supo por qué los hombres temían a la muerte"  Gabriel García Márquez

   Sabiendo que la había perdido y que jamás la tendría , pues había tomado el camino equivocado, aun así, allí estaban cumpliendo la triste promesa que cuando solo eran uno niños hicieron para que él tuviese algo con qué vivir en ilusión y revivir la triste pasión juvenil de la soledad compartida. La miró otra vez, pensó en lanzarse, pero no era la solución, pues había acabado todo desde el día que creyó que por la distancia la solución sería abandonar e intentar olvidar, pues siempre se consideró una persona de bajos sentimiento que admiraba a aquellos que eran capaces de llorar y emocionarse con una canción.
  Una vez terminado el encuentro, finalizados los tristes momentos de recuerdos y cumplida la promesa al fin, después de muchos años, ella se fue, y cuando cerró la puerta él solo pudo pensar en como podrían haber sido las cosas si no hubiese abandonado. Entonces una lágrima cayó al café y por primera vez en todo el día se sintió feliz, pues se acababa de dar cuenta de que sí era capaz de sentir.

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