viernes, 31 de enero de 2014

Venganza (VI)

   "La libertad es una herramienta tan poderosa, que es necesario controlarla"  Vladimir Lenin

   Tardó tanto en escribir su carta de adiós, que cuando la vio finalizada, pensó si de verdad quería irse. Para colmo, su último paso, su último paso en la ciudad de los locos, fue una chapuza. Tan ensayada, tan trabajada, ¿por qué ahora se derrumbaba en forma de cuchilla para hacer de su alma una nube negra? Lo sabía, no podría recuperar esa estabilidad, no podría tener un centro de gravedad hasta que no se quitase esa espina. Lo volvió a intentar, y algo peor ocurrió, peor que haber fracasado, y es que no sabía si se trataba de un éxito rotundo, por tratarse de lo que era en sí, una venganza efectuada con el arte definido como la perfección del arte, u otro fracaso más.

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