sábado, 13 de abril de 2013

Orgullo (I)

   "Incondicional, puro, hasta que aparece la realidad"
 

   Desde la ignorancia sentimental hizo un llamamiento a la cultura de lo físico, pero no pudo encontrar nada más que un puñado de mentiras escritas sobre cartas putrefactas, mojadas, y a punto de desaparecer por falta de importancia. Escritas, todas ellas, por quien le hubieron dado la vida de manera opcional, sin obligaciones, y que ahora exigían su interés y muestras exageradas de agradecimiento por causas injustas que nunca llegarían a resolverse.
   Miedo, siempre, a ser como ellos. A llegar a tal punto de exigir a sus progenitores una muestra de agradecimiento por algo que nunca fue exigido, que nunca el Dios inexistente al que todos admiraban decidió. Ni señores, ni reyes, ni dioses podían contrarrestar su instinto de llegar más adelante. Pero sí pudo con él, la mirada de quienes le hubieron dado la vida, y pensó en cuanto temía al descontento, cuanto miedo le tenía a la desaprobación.
   Desde este momento en adelante. Vamos, estás deseando explotar.

2 comentarios:

  1. ¡Cuántos sentimientos encontrados nos afloran en tantas ocasiones! ¡Cuántos son los momentos de pánico, incertidumbres, alegrías y desconfianzas en tan solo unos pocos segundos! Y entonces ahí, también nos seguimos poniendo a prueba....

    Por cierto, felicidades por tu merecido premio de nuevo este año. Un abrazo y ánimos a seguir dándole vida a este magnifico blog.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchísimas gracias por comentar! Espero que sea así, que no se me gasten las ideas para seguir escribiendo.
      Si quieres leer el relato ganador lo tienes dos entradas más abajo.

      Eliminar