J.J. Benítez, cazador de OVNIs, de
sucesos paranormales y sobre todo, lo que más caché da en su currículum es que
es probablemente la persona que más sepa sobre Jesucristo en el mundo. Y así,
nos hizo llegar la saga, serie o como quieran llamarlo de “Caballo de Troya”
dividido en nueve libros. No voy a hablar de toda la saga, pero sí, del primer
libro, publicado en 1984.
El
título parece puesto a posta para llevar a confusión, pues nada tiene que ver
el argumento con el famoso caballo de Troya. El título viene determinado por la
operación secreta alrededor de la cual giran los hechos.
En
las primeras páginas vemos al propio autor metido en la piel de protagonista,
sumergido en una serie de rompecabezas y
acertijos para llegar hasta el ansiado diario de “el mayor” del cual nunca cita
su nombre para “mantener su anonimato” como dice él mismo.
Narrado
siempre en primera persona, tanto el inicio del libro como el diario en sí.
Siempre he defendido que en un libro escrito en tercera persona, los
sentimientos de los personajes, los hechos, los lugares, quedan mejor definidos
y expresados; sin embargo en este caso, y aprovechándose de que está narrado en
forma de diario, uno no se imagina la historia escrita de otra forma que no sea
en primera persona.
Por
muy fantástica que parezca la idea de hacer un viaje al pasado, el autor se
preocupa de darle una explicación, basándose en teorías sobre la física
cuántica.
Sin
duda alguna en la obra se pueden distinguir dos partes entremezcladas: una
parte literaria y una parte más dedicada a dar una teoría sobre quién fue
realmente Jesucristo. En cuanto a la parte literaria, sin duda lo mejor son las
descripciones que el autor hace: la ciudad de Jerusalén en aquella época, los
azotes en la columna, la crucifixión y el cuerpo herido de Jesucristo que pone
los pelos de punta.
Aunque
la parte literaria está bien trabajada y es difícil encontrarle defectos,
parece ser simplemente una herramienta para llevar a cabo explicación que el
autor quiere dar sobre quién fue Jesucristo. Da una imagen de él muy diferente
a la que dan los evangelios. Una teoría al principio un poco chocante y
disparatada, pero que si uno la piensa bien se dará cuenta de las coincidencias
que tiene con lo que siempre nos han contado sobre Dios y Jesucristo.
Por
último decir, que es difícil leer solamente un libro de la saga, pues hay
grandes cabos sin resolver en el primer libro y uno muy grande: la resurrección
del Hijo del Hombre. El libro es largo, pero merece la pena, y no hay duda que
no quedarán saciados con solo leer el primer libro, pues la mayor habilidad de
J.J. Benítez es que despierta con mucha facilidad en sus lectores el instinto
de saber.
Y termino recomendándolo, pero solo
a aquellas personas que en el ámbito religioso, tengan una mente lo
suficientemente abierta como para que sus ideales las dejen aceptar nuevas
teorías.
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